Este poema místico es una ofrenda de Rumi a su bienamado maestro espiritual Shams al-Din Tabriz, el fué el Sol (shams-sol) que iluminó el corazón de su amigo para que bebiera la resplandeciente gracia de Allah. Esta relación Maestro-discípulo es un misterio, nada podemos decir de ello, salvo mirar perplejos las marejadas de amor que Rumi despertó en su alma y que golpean nuestros corazones para que busquemos también su Fuente.
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